XXXVI
CAMINAR CON JESÚS
Caminar, caminar y, en cada paso, preguntar a Jesús de
Nazaret
¿Tú
vas conmigo? Si es así, no me perderé
ya que tu omnipresencia garantiza pasos largos
sin cansancio
y cada estrella fulgurante son los ojos del
Dios Todopoderoso
que
alumbran los senderos y las montañas, y apartan las serpientes
penetra en las almas y llena los corazones de vida útil
más allá del odio miserable que hace de la
codicia y la mentira
las guerras entre hermanos
que
luego de pelear y matar la inocencia
se
sienta a discutir la paz, mientras
los
cuerpos descompuestos de generaciones
muertas
son estiércol que la tierra del Señor recoge
sin reparo
y se fertiliza con sus lágrimas.
Oremos
por la paz
otra
vida es posible si invitamos a Jesús a caminar con nosotros.
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