VERSOTERAPIA

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2007

LITERATURA Y MEDICINA

LITERATURA Y MEDICINA
LIBRO DEL DR. EDGARDO MALASPINA : LITERATURA Y MEDICINA

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miércoles, 29 de noviembre de 2023

[1.694] (67-2023)

 

FIESTA




Edgardo Rafael Malaspina Guerra

 

1

Fiesta (1926) de Ernest Hemingway es un libro que puede ubicarse en varios géneros : autobiografía, diario,  literatura de viajes, ensayo sobre tauromaquia (Sanfermines en Pamplona.), relato sobre la bohemia, y discurso sobre la cultura etílica.

2

Los personajes pertenecen a la Generación Perdida (escritores entre las dos guerras mundiales) y su vida bohemia transcurre entre Francia y España.

3

Los personajes principales son el periodista estadounidense Jake Barnes (incapacitado sexualmente luego de un trauma)y la enfermera Brett Ashley.

4

La conversación, los diálogos y descripción de los paisajes naturales durante el viaje van estructurando la trama.

FRASES Y PÁRRAFOS

1

Desconfío de todas las personas francas y sencillas, especialmente cuando sus historias parecen tener lógica.

2

Aquel invierno Robert Cohn se fue a América con su novela que le fue aceptada por un buen editor. Su marcha originó, al parecer, una terrible pelea. Creo que fue entonces cuando Frances lo perdió, pues en Nueva York varias mujeres fueron amables con él y regresó muy cambiado. Estaba más entusiasmado que nunca con los Estados Unidos, y no era ya ni tan sencillo ni tan amable. Los editores habían alabado en gran manera su novela, y eso se le había subido a la cabeza. Además, diversas mujeres se habían desvivido por serle agradables, cosa que trastocó todos sus horizontes. Durante cuatro años se había limitado exclusivamente a su mujer, y durante tres más, o casi tres, no había visto más allá de Frances. Estoy seguro de que jamás en su vida se había enamorado.

3

Tengo la vergonzosa costumbre de imaginarme las escenas de alcoba de mis amigos.

4

Era una tibia noche de primavera. Robert se había ido y yo seguía sentado a una mesa en la terraza del Napolitain, contemplando la caída de la noche, la aparición de los anuncios luminosos, las señales rojas y verdes del tránsito, la multitud que pasaba, los coches de caballos que marchaban con su clop-clop por el borde de las compactas filas de taxis, y las poules que, solas o en parejas, iban en busca de su comida vespertina.

5

Por la mañana bajé por el Boulevard hacia la Rue Soufflot, para tomar café y un brioche. Era una hermosa mañana. Los castaños de Indias de los jardines del Luxemburgo estaban en flor, y se sentía la agradable impresión que proporcionan las primeras horas de un día caluroso. Con el café, leí los periódicos, y luego fumé un cigarrillo. Las floristas iban llegando del mercado y ponían en orden el surtido del día. Los estudiantes pasaban, hacia arriba, en dirección a la Facultad de Derecho, o hacia abajo, a la Sorbona. El Boulevard bullía de tranvías y de gente que iba a trabajar.

6

Al cruzar el Sena vi una hilera de barcazas vacías, remolcadas río abajo, deslizándose sin casi tocar el agua. Cuando llegaron ante el puente, los bateleros cogieron las pértigas. El río tenía un aspecto delicioso. En París, siempre era agradable cruzar puentes.

7

Los bosques fueron los primeros templos de Dios.

8

Después de un rato salimos de las montañas; la carretera estaba bordeada de árboles y había un riachuelo y campos de trigo maduro; la carretera, muy blanca, siguió un rato en línea recta y luego, al subir una pequeña elevación del terreno, apareció a lo lejos, a mano izquierda, una colina con un viejo castillo rodeado de construcciones casi pegadas a él, y un campo de trigo que llegaba hasta los mismos muros y ondeaba al viento.

9

Pasamos por un pueblo y el conductor paró frente a la posada para recoger unos cuantos paquetes. Nos pusimos de nuevo en marcha y, al salir de la aldea, la carretera empezó a ascender. Atravesábamos una tierra de labranza, con colinas rocosas que descendían suavemente hasta llegar a los terrenos cultivados. Los campos de cereales ascendían por las laderas de las colinas. Ahora que estábamos más arriba, el viento agitaba el trigo. La carretera era blanca y polvorienta, y el polvo levantado por las ruedas se mantenía como suspendido en el aire detrás de nosotros. La carretera se metió por entre las colinas y dejó abajo los ricos campos de cereales. Ahora sólo había manchas de grano en las laderas de las colinas desnudas y a los lados de los cursos de agua

10

Subiendo por una colina, entramos en un espeso bosque. El camino continuaba ascendiendo; a veces se hundía, pero volvía a salir y a empinarse. Durante todo el rato oíamos al ganado que pastaba en los bosques. Al final, el camino desembocó en lo más alto de las colinas. Estábamos en la cima del más alto de todos aquellos montículos boscosos que habíamos visto desde Burguete. Las fresas salvajes crecían en el lado soleado de la loma, en un pequeño claro que había en medio de los árboles.

11

Afición significa pasión. Un aficionado es alguien que se apasiona por las corridas de toros.

12

No sé a qué hora me fui a la cama. Recuerdo que me desnudé, me puse una bata y salí al balcón. Me daba cuenta de que estaba completamente borracho, por lo que cuando entré encendí la lamparilla de la cabecera de la cama y me puse a leer. Leía un libro de Turguenev. Seguramente leí el mismo par de páginas varias veces. Era una de las historias de los Relatos de un cazador. Ya lo había leído antes, pero me pareció completamente nuevo. El paisaje descrito se me apareció con claridad, al mismo tiempo que se aligeraba el peso que sentía en la cabeza. Estaba muy borracho y no quería cerrar los ojos porque entonces la habitación empezaría a dar vueltas y más vueltas, mientras que, si seguía leyendo, aquella sensación desaparecería.

- Volví a encender la luz para leer. Cogí el volumen de Turguenev. Sabía que, si lo leía entonces, en el estado de hipersensibilidad mental producido por el exceso de coñac, algún día, más adelante, recordaría las aventuras con la sensación de que era a mí a quien le habían ocurrido. Nadie podría quitármelo nunca. Era otra de las cosas buenas por las que uno tenía que pagar y que luego conservaba siempre. Un poco después, al amanecer, me dormí.

13

Disfrutar de la vida no era más que aprender a sacar todo el partido posible del dinero que se

tenía, y darse cuenta de cuándo se había logrado. Uno podía aprovechar al máximo su dinero. El mundo era un buen sitio para estos intercambios. Tenía todo el aspecto de ser una filosofía inteligente. Dentro de cinco años, pensé, me parecerá tan estúpida como cualquiera de las otras filosofías inteligentes por las que he pasado.

14

Era una hermosa mañana, con altas nubes blancas encima de las montañas. La noche anterior había llovido un poco y en la planicie hacía fresco y se podía contemplar, además, desde ella un panorama maravilloso. Todos nos sentíamos buenos y llenos de salud.

 

 

lunes, 27 de noviembre de 2023

ORGULLO Y PREJUICIO

 

ORGULLO Y PREJUICIO

 Edgardo Rafael Malaspina Guerra


I

En “Orgullo y prejuicio” (1813) de Jane Austen (1775-1817 )    se refleja la sociedad inglesa del siglo XIX, sus costumbres, gustos; y en general, el orgullo y los prejuicios clasistas los cuales son reiteradamente recordados a lo largo del texto.

Hay salones elegantes con bailes, música con piano, conversaciones bajo las luces de velas y al calor de las chimeneas y carretas tiradas por briosos caballos. En medio de la vida pueblerina, aparentemente apacible, se tejen intrigas pasionales sometidas a las  costumbres de la época como la ley , que nos parece ahora injusta, de reglamentar la herencia de bienes, exclusivamente, por la vía masculina, en detrimento de las mujeres. Este desamparo femenino, en cierto modo, es uno de los motores de la trama de la novela.

II

La frase con la cual se inicia la novela es un ícono de la literatura universal : “Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa”.

III

La lectura de “Orgulloy prejuicio” me hizo recordar las radionovelas que escuchaba mi madre todos los días mientras preparaba las comidas en su cocina: muchachas que quieren  casarse ventajosamente, arreglos faliliares para fortalecer lazos de alcurnia, desprecio por los de abajo, asuntos de honor y de deshonor, etc.

IV

Cuando Elizabeth Bennet, la heroína, rechaza la proposición matrimonial de su primo, el impresentable señor Collins, que podía salvarla de la miseriaal al morir su padre,no puedo evitar relacionar ese episodio con algunos semejantes de los que tuve noticias en mi infancia en Las Mercedes del Llano. Aquellas heroinas de mi pueblo fueron duramente criticadas “por anteponer el amor a un matrimonio concertado beneficioso”.

La misma Elizabeth tambien rechaza una propuesta semejante, esta vez del muy rico señor  Darcy, porque si bien era un hombre de hermosos rasgos físicos, la joven lo veía como un ser arrogante y cínico. Sin embargo, al saber que Darcy ha ayudado a su familia en una cuestión económica, cambia de opinión y acepta su propuesta de casamiento. Cabe suponer la dialéctica de los sentimientos cuando el odio se transforma en amor y visceversa. También pudieramos evocar aquel  refrán popular de que del agradecimiento al amor no hay más que un paso.

V

Cuando Lydia, la hija menor de los Bennet,  se escapa con  Wickham , inmediatamente familiares y amigos empiezan la busqueda de los amantes fugitivos  para tratar de reparar la afrenta a través de su casamiento obligado. Lo mismo que se hacía en Las Mercedes del Llano en esos casos.

FRASES Y PÁRRAFOS

1

EL ORGULLO

El orgullo ––observó Mary, que se preciaba mucho de la solidez de sus reflexiones––, es un defecto muy común. Por todo lo que he leído, estoy convencida de que en realidad es muy frecuente que la naturaleza humana sea especialmente propensa a él, hay muy pocos que no abriguen un sentimiento de autosuficiencia por una u otra razón, ya sea real o imaginaria. La vanidad y el orgullo son cosas distintas, aunque muchas veces se usen como sinónimos. El orgullo está relacionado con la opinión que tenemos de nosotros mismos; la vanidad, con lo que quisiéramos que los demás pensaran de nosotros.

2

Guárdate el aire para enfriar la sopa.

3

No hay nada como el baile. Lo considero como uno de los mejores refinamientos de las sociedades más distinguidas.

4

AMOR Y POESÍA

No me gusta alabar a mis propias hijas (Dice la señora Bennet) , pero la verdad es que no se encuentra a menudo a alguien tan guapa como Jane. Yo no puedo ser imparcial, claro; pero es que lo dice todo el mundo. Cuando sólo tenía quince años, había un caballero que vivía en casa de mi hermano Gardiner en la ciudad, y que estaba tan enamorado de Jane que mi cuñada aseguraba que se declararía antes de que nos fuéramos. Pero no lo hizo. Probablemente pensó que era demasiado joven. Sin embargo, le escribió unos versos, y bien bonitos que eran.

––Y así terminó su amor ––dijo Elizabeth con impaciencia––. Creo que ha habido muchos que lo vencieron de la misma forma. Me pregunto quién sería el primero en descubrir la eficacia de la poesía para acabar con el amor.

––Yo siempre he considerado que la poesía es el alimento del amor ––dijo Darcy.

––De un gran amor, sólido y fuerte, puede. Todo nutre a lo que ya es fuerte de por sí. Pero si es solo una inclinación ligera, sin ninguna base, un buen soneto la acabaría matando de hambre.

5

LIBROS

Creo que no hay nada tan divertido como leer. Cualquier otra cosa en seguida te cansa, pero un libro, nunca.

Cuando tenga––una casa propia seré desgraciadísima si no tengo una gran biblioteca.

6

Creo que en todo individuo hay cierta tendencia a un determinado mal, a un defecto innato, que ni siquiera la mejor educación puede vencer.

7

VANIDAD Y ORGULLO

––Quizá no sea posible para nadie, pero yo he pasado la vida esforzándome para evitar estas debilidades que exponen al ridículo a cualquier persona inteligente.

––Como la vanidad y el orgullo, por ejemplo.

––Sí, en efecto, la vanidad es un defecto. Pero el orgullo, en caso de personas de inteligencia superior, creo que es válido.

8

La  humildad del  carácter se puede ver  contrarrestada por una vanidad obtenida gracias a la corta inteligencia.

9

Los que no cambian nunca de opinión deben cerciorarse bien antes de juzgar.

10

FILOSOFÍA COTIDIANA

El respeto, la estima y la confianza se habían desvanecido para siempre; y todas las perspectivas de dicha del señor Bennet dentro del hogar se habían venido abajo. Pero él no era de esos hombres que buscan consuelo por los efectos de su propia imprudencia en los placeres que a menudo confortan a los que han llegado a ser desdichados por sus locuras y sus vicios. Amaba el campo y los libros y ellos constituían la fuente de sus principales goces. A su mujer no le debía más que la risa que su ignorancia y su locura le proporcionaban de vez en cuando. Ésa no es la clase de felicidad que un hombre desearía deber a su esposa; pero a falta de... El buen filósofo sólo saca beneficio de donde lo hay.

11

FILOSOFÍA DE SHOPENHAUER

En resumidas cuentas, (Elizabeth) ahora lo que ya otras veces había comprobado, que un acontecimiento anhelado con impaciencia no podía, al realizarse, traerle toda la satisfacción que era de esperar. Era preciso, por lo tanto, abrir otro período para el comienzo de su felicidad, señalar otra meta para la consecución de sus deseos y de sus esperanzas, que alegrándola con otro placer anticipado, la consolase de lo presente y la preparase para otro desengaño. Su viaje a los Lagos se convirtió en el objeto de sus pensamientos más dichosos y constituyó su mejor refugio en las desagradables horas que el descontento de su madre y de Catherine hacían inevitables. Y si hubiese podido incluir a Jane en el plan, todo habría sido perfecto.

––«Es una suerte ––pensaba–– tener algo que desear. Si todo fuese completo, algo habría, sin falta, que me decepcionase. Pero ahora, llevándome esa fuente de añoranza que será la ausencia de Jane, puedo pensar razonablemente que todas mis expectativas de placer se verán colmadas. Un proyecto que en todas sus partes promete dichas, nunca sale bien; y no te puedes librar de algún contratiempo, si no tienes una pequeña contrariedad.»

Shopenhauer decía:Todos nuestros deseos están impulsados por la voluntad. El cumplimiento del deseo no trae la felicidad. Sólo proporciona el aburrimiento, el sufrimiento y el surgimiento de otro deseo”.

12

¿Para qué vivimos si no es para entretener a nuestros vecinos y reírnos nosotros de ellos a la vez?

13

FILOSOFÍA DEL PASADO

Ha de aprender mi filosofía. Del pasado no tiene usted que recordar más que lo placentero.

––No puedo creer en esa filosofia suya. Sus recuerdos deben de estar tan limpios de todo reproche que la satisfacción que le producen no proviene de la filosofía, sino de algo mejor: de la tranquilidad de conciencia. Pero conmigo es distinto: me salen al paso recuerdos penosos que no pueden ni deben ser ahuyentados. He sido toda mi vida un egoísta en la práctica, aunque no en los principios.

 

 

martes, 14 de noviembre de 2023

[1.691] LOS HORNOS DE HITLER (64-2023)

 

LOS HORNOS DE HITLER.

 

Edgardo Rafael Malaspina


 Leí este libro por recomendación de mi hija  médico ,Natali

1

Los hornos de Hitler (1947) es uno de los testimonios más impactantes y dolorosos sobre las crueldades de las huestes hitlerianas contra los que consideraba razas inferiores y que finalizaron con la muerte de millones de personas.  La autora, la médico húngara Olga Lengyel (1908-2001) con prosa sencilla pero impregnada de realismo crudo narra los torturas y asesinatos a que fueron sometidos los prisioneros del ejército nazi en el campo de concentración de Auschwitz II-Birkenau.

2

Olga Lengyel fue sobreviviente del Holocausto , por lo tanto, fue testigo presencial de primera línea del inhumano comportamiento de hombres y mujeres fanatizados hasta la locura por la ideología nazi.

3

La doctora Lengyel perdió a su seres más queridos durante la Segunda Guerra Mundial (padre , madre, dos hijos y su esposo); no obstante, sus reservas espirituales y mentales le dieron la suficiente fortaleza para enfrentar su tragedia con entereza estoica, y más tarde contarnos   los horrores a que pueden ser sometidos los humanos por sus semejantes , y aunque tuvo sus dudas filosóficas nunca aceptó la sentencia  de Thomas Hobbes de que “el hombre es un lobo para el hombre” ( homo homini lupus). El comportamiento digno de algunos prisioneros que no se doblegaron ante las atrocidades de los hitlerianos le inspira fe y esperanza en la humanidad.

4

La autora nos habla de vida insoportable en un campo de concentración nazi , los tormentos por lo que pasaban los prisioneros , la hambruna a que fueron sometidos, las enfermedades que padecían y los experimentos pseudocientíficos del doctor Mengele.

FRASES Y PÁRRAFOS

 

 

 

 

1

EUGENESIA

Con objeto de conservar una nación fuerte, Hitler usó un antiguo sistema griego. Los antiguos griegos lanzaban al precipicio desde la cima de la montaña Taigeto a todos aquellos niños que nacían inválidos o de apariencia física débil. El Führer aplicó una versión moderna de este método entre los adultos de los alemanes arios. El mayor decía que todos aquellos incapacitados para el trabajo, o inválidos, o que padecieran serias enfermedades como tuberculosis, cáncer, o los enfermos, mentales, eran declarados incurables y enviados al "Tratamiento de Recuperación" a diferentes hospitales. La oficina central de los médicos encargados de estos tratamientos estaba en un hospital situado en Brandeburgo, cerca de Berlín. Ya en el hospital, eran sometidos a la eutanasia, muerte producida inyectándoles veneno.

2

LOS ASESINADOS LANZADOS AL RÍO Y LOS PECES

Millares y millares de seres humanos, viejos y jóvenes, hombres, mujeres y niños, infantes en brazos de sus madres fueron alineados completamente desnudos y expuestos al frío invernal a lo largo de las orillas del río. Una orden con voz de trueno se oyó, y todos estos desventurados fueron ametrallados y sus cuerpos se desplomaron al río. Durante un largo periodo de tiempo, cuando las amas de casa compraban pescado en el mercado y lo abrían en sus casas para limpiarlo, encontraban en los estómagos de los peces partículas de cuerpos humanos, y algunas veces, miembros pequeños de niños.

3

PAN Y CIRCO

¡Las masas siempre dan la bienvenida al lobo disfrazado en la piel de borrego! ¡Qué poco conocían del significado "Circo y pan para la gente"!

4

LA AUTORA ES OBLIGADA A “VENDER” TODAS LAS PROPIEDADES FAMILIARES (CON UN DOCUMENTO FICTICIO) BAJO AMENAZA DE MUERTE DE SU ESPOSO.

Si antes había tenido la sensación de encontrarme envuelta en un remolino, ahora estaba segura que toda mi familia, junto conmigo se encontraba completamente perdida en éste. ¡Habíamos sido sentenciados! Tenía yo cinco minutos para tratar de salvar la vida de mi esposo. La Gestapo tenía el poder de la vida o de la muerte, y Osvath era su instrumento. Sin decir una sola palabra más tomé la pluma y firmé en aquellos sitios en que Osvath me indicó. Con este simple gesto, tiré por la borda todos nuestros ahorros, nuestro hospital, nuestra casa, en fin, todos nuestros bienes. Con un pequeño trazo de la pluma dejé a mi familia en la miseria. Nos habíamos convertido en mendigos, sin tener nada que pudiéramos llamar nuestro en el mundo. El trabajo de generaciones, producto del sudor de mis padres, de mi esposo y mío propio, se había esfumado en sólo unos segundos.

5

EL PADRINO DE LA AUTORA, ELFER ALADAR ,TAMBIÉN MÉDICO, ATROPELLADO POR LOS NAZIS

Era un hombre que no creía en las posesiones terrenales. Todo el dinero que tenía lo gastaba en libros, y en medicamentos para la gente pobre. Se pasaba la vida estudiando. Acostumbraba celebrar la noche del Año Nuevo rodeado de libros científicos y materialmente devoraba las páginas de los mismos. En ocasiones solía encerrarse en su biblioteca durante días enteros con el objeto de leer y aprender cosas nuevas. Cuando un sacerdote, profesor, rabino o una persona cualquiera de escasos recursos solicitaba su ayuda desde una lejana aldea adonde no se podía conseguir un médico, él viajaba a esos lugares, llevando consigo toda clase de medicinas, permaneciendo al lado de sus pacientes durante semanas enteras, hasta que éstos se encontraban recuperados. Haciéndolo sin cobrar nada por sus servicios médicos.

-Por primera vez en mi vida, tenía un verdadero hogar, y tenía que perderlo cuando más lo necesitaba. No soy sino un moribundo en busca de un techo donde morir.

6

EL DOCTOR OSVATH

El doctor Osvath era un buen médico, a quien mi esposo ayudó grandemente en su profesión. Tenía cuatro niños, su esposa esperaba al quinto, era definitivamente un respetable hombre de familia. Y estaba muy lejos de parecerse a la imagen de bajeza que el mayor nos había trazado de él.

NAZI Y COMUNISTA AL MISMO TIEMPO

—Estos frecuentes bombardeos no tienen importancia, los aliados nunca ganarán la guerra. Y si por un milagro los rusos vinieran, yo estoy cubierto. Estoy preparando pruebas y testigos que demostrarán que en mi juventud fui un ardiente comunista y que lo sigo siendo, subrepticiamente, claro está. Soy un hombre que puede nadar con o contra la corriente, y siempre permanezco en la superficie. ¡Qué verdad tan grande había dicho Osvath! Cuando los rusos liberaron Transilvania, fue nombrado profesor de la Universidad en Marosvasarhely.

7

UNA DESPEDIDA OBLIGADA

Dirigí una mirada de despedida al hospital, la realización de un largo sueño de mi esposo, de mis padres y mío. Un edificio construido a costa de muchos sacrificios con todo nuestro cariño. Di mi último adiós al mobiliario que en largas noches de desvelo yo misma diseñé. Ésta fue la última vez que estuve en nuestro hospital.

8

CONSULTAS MÉDICAS

Nos levantábamos a las cuatro de la madrugada. Las consultas empezaban a las cinco. Las enfermas, que a veces llegaban a mil quinientas al día, tenían que esperar a que les tocase su turno en filas de a cinco. Se le abrían a uno las carnes al ver aquellas columnas de mujeres dolientes, vestidas miserablemente, calándose de pie humildemente bajo la lluvia, la nieve o el rocío. Muchas veces ocurría que se les agotaban las últimas energías y se desplomaban a tierra sin sentido como un témpano más.

9

HERIDAS GANGRENADAS

Naturalmente, no podíamos atender a todos los pacientes, y muchos de ellos se agravaban por tenerlos abandonados, como ocurría, por ejemplo, cuando se trataba de heridas gangrenadas. Aquellas infecciones exhalaban un olor pútrido, y en ellas se multiplicaban rápidamente las larvas . Utilizábamos una enorme jeringa y las desinfectábamos con una solución de permanganato potásico. Pero teníamos que repetir la operación diez o doce veces, y se nos acababa el agua. La consecuencia era que otras pacientes tenían que esperar y seguir sufriendo.

10

LOS HORNOS O CREMATORIOS

De tres a cuatrocientos atendían cada crematorio. Su tarea consistía en empujar a los condenados al interior de la cámara de gas y, después de efectuado el asesinato en masa, debían abrir las puertas y sacar los cadáveres. Eran preferidos los médicos y dentistas para ciertas operaciones, los últimos, por ejemplo, para rescatar las dentaduras postizas de los cadáveres y aprovechar los metales preciosos de que estaban hechas. Además, los miembros del Sonderkommando tenían que cortar el pelo a las víctimas, lo cual suponía otra ganancia para la economía nacional socialista.

11

FOSA-CÁRCEL

Estaba Tadek aplacando su sed cuando lo divisó una patrulla alemana. Fue detenido. Al caer en la cuenta de que todo estaba perdido para él, evitó la dirección en que se había ido su hermano por temor de que los descubriesen. El hermano logró ponerse a salvo, pero Tadek fue devuelto al campo y encerrado en un calabozo en forma de fosa. Estas fosas eran celdas de castigo hundidas en la tierra. No tenían aire libre ni luz, y eran tan angostas que los prisioneros tenían que quedarse de pie toda la noche. Durante el día, eran sacados para destinarlos a las más repugnantes faenas, a base de reducción de raciones. En tres días, no comió más que seis onzas y media de pan; eso fue todo. Al cabo de tres o cuatro días, los hombres más vigorosos se entregaban. Tadek aguantó aquel trato muchas semanas. Cuando por fin lo sentenciaron a muerte, ya no quedaba nada de aquel ser humano a quien conociera yo en otros tiempos.

12

ENFERMEDADES

Aquel horrendo lugar brindaba, eso sí, un terreno abundante para observar la patología de la nutrición defectuosa. Los fenómenos más comunes eran los edemas, los flemones, los panadizos, esa variedad de diarrea persistente que los alemanes llamaban "Durchfall", la forunculosis, las manifestaciones extremas de avitaminosis y, finalmente, las pulmonías. También teníamos casos contagiosos de difteria, escarlatina y tifus, que era propagado por millones de piojos extendidos por todo el campo.

13

ZOOFILIA

No me olvidaré jamás de la angustia de una madre que me dijo que la obligaban a desnudar a su hija y observar cómo la violaban los perros a los que habían adiestrados para aquel deporte de manera especial los nazis

14

EL DOCTOR LENGYEL (ESPOSO DE LA AUTORA) ES ASESINADO POR CUMPLIR CON SU DEBER HIPOCRÁTICO.

A pesar de la orden explícita de los alemanes, mi marido se inclinó para ayudar a un internado francés que se había desmayado. Trató de dar al pobre hombre una inyección de alguna sustancia estimulante para que pudiese continuar andando. Pero un guardián de las S.S. disparó en el acto contra los dos, matándolos.

15

FILOSOFÍA NAZI:  EL PODER DA DERECHO.

En Birkenau, como en la sociedad alabada y enaltecida por los filósofos nazis, prevalecía la teoría de que "el poder crea el derecho". El poder por sí mismo imponía respeto. Los débiles y los viejos no osaban esperar misericordia.

16

“'Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos” (Jorge Luis Borges).

En Birkenau se sentía una tentada de responder que el hombre era inalterablemente malo. Pero esto sería una confirmación de la filosofía nazi, la cual pretende que la humanidad es estúpida y perversa, y que necesita ser metida en rodera a base de palo. Acaso el crimen más horrendo que cometieron contra nosotros los "superhombres" sea la campaña que desencadenaron, muchas veces con éxito, para convertirnos en unas bestias tan monstruosas como ellos.

17

FE EN LA HUMANIDAD

Conocí a muchos internados que supieron ser fieles a su dignidad humana hasta el mismo fin. Los nazis lograron degradarlos físicamente, pero no fueron capaces de rebajarlos moralmente. Gracias a estos pocos, no he perdido totalmente mi fe en la humanidad. Si en la misma jungla de Birkenau no todos fueron necesariamente inhumanos con sus hermanos hombres, indudablemente hay todavía esperanzas. Esta esperanza es la que me hace vivir.