LOLITA
ERMG
Lolita
(1955) de Vladimir Nabokov trata del amor depravado de un hombre de 40 años por
una niña de 12 años que además es su hijastra. Aquí hay pedofilia e incesto,
Pero la trama es narrada magistralmente con muchos recursos literarios ; además
el héroe encuentra inspiración en grandes personajes del mundo de los libros ,
cuyos amores fueron idealizados : Dante y Beatriz, Petrarca y Laura, Poe y
Virginia, etc.
FRASES
Y PÁRRAFOS
1
El
sueño asegura la impunidad.
2
El
tiempo se adelanta a nuestras fantasías.
3
No
puedo existir si no me imaginas.
4
…Quedaron
inmortalizados, en la medida en que puede considerarse inmortal el papel y la
impresión de un periódico pueblerino.
5
Lo
espantoso de morirse es que se queda uno tan librado a sí mismo
PÁRRAFOS
1
Un
experimento científico.
Humbert
Humbert, el héroe de la novela, se venga de manera surrealista del hombre que
le arrebató a su esposa .Maximovich:
“Tuve
mi pequeña venganza a su debido tiempo. Un hombre de Pasadena me dijo un día
que la señora Maximovich, née Zborovski, había muerto al dar a luz en 1945; de
algún modo, la pareja había ido a parar a California, donde se había prestado,
a cambio de un salario excelente, a un largo experimento ideado por un
distinguido etnólogo norteamericano. El experimento consistía en observar las
reacciones humanas y raciales a una dieta de bananas y dátiles, en una
constante posición de cuatro patas. Mi informante, un doctor, juró que había
visto con sus propios ojos a la obesa Valechka y a su coronel, por entonces con
el pelo gris y también muy corpulento, gateando diligentemente por los bien
barridos suelos de una serie de cuartos muy iluminados (frutas en uno, agua en
otro, esteras en un tercero, etc.), en compañía de otros cuadrúpedos alquilados,
escogidos entre grupos indigentes y desesperados. He tratado de encontrar los
resultados de esas pruebas en la Revista de Antropología, pero parece que aún
no se han publicado”.
2
Sobre
las bibliotecas de las cárceles:
“El
absurdo eclecticismo gobierna la elección de libros en las bibliotecas
carcelarias. Tienen la Biblia, desde luego, y Dickens (un ejemplar antiguo,
Nueva York, ed. G. W. Lillingham, MDCCCLXXXVII); el Tesoro de la juventud, con
algunas bonitas fotografías de girls scouts con pelo color de miel, en
pantalones cortos; y El anuncio de un crimen, de Agatha Christie. Pero también
tienen coruscantes fruslerías tales como Un vagabundo en Italia, de Percy
Elphinstone, autor de Vuelta a Venecia, Boston 1868, y un Quién es quién en el
teatro relativamente al día (1946)”.
3
Los
psiquiatras:
“El
lector lamentará saber que poco después de mi regreso a la civilización, tuve
otro ataque de locura (si puede aplicarse ese término cruel a la melancolía y a
una sensación de angustia insoportable). Debo mi completa recuperación a un descubrimiento
que hice en ese mismo y carísimo sanatorio. Descubrí que había una fuente
inagotable de placer en jugar con los psiquiatras: consistía en guiarlos con
astucia, cuidando de que no se enteraran de que conocía todas las tretas de su
oficio, inventándoles sueños elaborados, de estilo puramente clásico (que los
hacían soñar y despertarse a gritos a ellos mismos, los extorsionistas de sueños),
burlándolos con fingidas «escenas primitivas», ocultándoles siempre el menor
vislumbre de la propia condición sexual. Soborné a una enfermera para tener
acceso a los ficheros y descubrí con regocijo una tarjeta en que se me describía
como «homosexual en potencia» e «impotente total». El deporte era tan bueno y
sus resultados –en mi caso– tan rotundos que me quedé todo un mes después de
haber sanado (dormía admirablemente y comía como una
colegiala).
Y hasta agregué otra semana sólo por el placer de habérmelas con un poderoso
recién llegado, una celebridad desplazada y sin duda trastornada, conocida por
su destreza para hacer creer a los pacientes que habían asistido a su propia
concepción.”
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