MATAR
UN RUISEÑOR .
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
Matar
un ruiseñor (1960) es una novela, de Harper Lee, de 31 capítulos , sobre las
injusticias sociales y raciales, la compasión, la moral. la ética, la violencia
y la no violencia para responder a las agresiones personales o públicas , el
pensamiento sopesado por encima del juicio apresurado, el ejercicio honrado de
la abogacía , y la infancia como botalón de futuras conductas psicosociales y
fuente de sabiduría espiritual, cuyos nostálgicos recuerdos son inspiración
para la escritura: Más de la mitad de la novela son recuerdos autobiográficos
infantiles. El argumento fundamental es un juicio, sin esperanzas para un muchacho
de color, acusado de un delito que no cometió, porque el jurado lo integran
hombres blancos. Esta trama es desplegada ampliamente a partir del capítulo 17.
1
No
podía recordar una época en que no supiera leer los himnos. Ahora que me veía
obligada a pensar en ello, el leer era cosa que sabía, naturalmente, lo mismo
que el abrocharme las posaderas de mi pelele sin mirar atrás, o el terminar
haciendo dos lazos con una maraña de cordones de zapato.
2
La
familiaridad trae consigo la comprensión.
3
Miss
Caroline empezó el día leyéndonos una historia sobre los gatos. Los gatos
sostenían largas conversaciones unos con otros, llevaban unos trajecitos monos
y vivían en una casa calentita debajo de la estufa de la cocina. Por el tiempo
en que la Señora Gata llamaba a la tienda pidiendo un envío de ratones de
chocolate malteados.
4
No
hay otra cosa más muerta que una calle desierta, aguardando. Los árboles
estaban inmóviles, los ruiseñores callados…
5
Las
personas que están en sus cabales no se enorgullecen de sus talentos.
6
-El
remedio está en la calma.
-Te
digan lo que te digan, no permitas que te hagan perder los nervios. Procura
luchar con el cerebro.
7
Antes
de poder vivir con otras personas tengo que vivir conmigo mismo.
8
La
única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno.
9
Uno es valiente cuando, sabiendo que ha
perdido ya antes de empezar, empieza a pesar de todo y sigue hasta el final
pase lo que pase. Uno vence raras veces, pero alguna vez vence.
10
No
es necesario que uno explique todo lo que sabe.
11
A
la gente no le gusta estar en compañía de una persona que sepa más que ellos.
Les deprime. No transformaría a ninguno, hablando bien; es preciso que sean
ellos mismos los que quieran aprender, y cuando no quieren, uno no puede hacer
otra cosa que tener la boca cerrada, o hablar su mismo idioma.
12
Uno
debe mentir en ciertas circunstancias... y en todas las ocasiones en que no
puede modificar las circunstancias.
13
Para
ser cortés hay que hablar a las personas de lo que les interesa, no de lo que
pudiera interesarnos a nosotros.
14
¡El
que vino en vanidad partió en tinieblas!
15
¡Un
corazón contento proporciona un semblante alegre!
16
Atticus
es lo mismo en la sala del juzgado que en la vía pública.
17
Uno
no conoce de veras a un hombre hasta que se pone dentro de su pellejo y se
mueve como si fuera él.
18
El
libro que debes leer no es el que piensa por ti, sino el que te hace pensar.
19
Hay
hombres tan ocupados en acongojarse por el otro mundo que no han aprendido a
vivir en este.
20
Los
ruiseñores solo se dedican a cantar para alegrarnos. No estropean los frutos de
los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar
su corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar un ruiseñor.
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