EL
CELOSO EXTREMEÑO (1613)
1
El
celoso extremeño es una de las mejores Novelas ejemplares de Cervantes. Un marido muy
celoso y anciano (Felipo de Carrizales,
68 años) encierra a su joven esposa (14 años), llamada Leonora. El viejo
descubrió a su esposa con su amante, un músico. Tiene influencia de Boccaccio (
Decamerón).
2
Aspecto
médico.
En
la novela aparece un “ungüento alopiado”, usado por su esposa para provocarle
un sueño profundo. Le aquí la cita:
Llegó
la dueña, y, tendiéndose de la misma manera, puso la boca en el oído de su
señora, y con voz baja le dijo que traía el ungüento y de la manera que
había de probar su virtud. Ella tomó el ungüento, y respondió a la
dueña como en ninguna manera podía tomar la llave a su marido, porque no la
tenía debajo de la almohada, como solía, sino entre los dos colchones y casi
debajo de la mitad de su cuerpo; pero que dijese al maeso que si el ungüento
obraba como él decía, con facilidad sacarían la llave todas las veces que
quisiesen, y ansí no sería necesario sacarla en cera. Dijo que fuese a decirlo
luego y volviese a ver lo que el ungüento obraba, porque luego le pensaba
untar a su velado. Bajó la dueña a
decirlo al maeso Loaysa, y él despidió a sus amigos, que esperando la llave
estaban. Temblando y pasito, y casi sin osar despedir el aliento de la
boca, llegó Leonora a untar los pulsos del celoso marido, y asimismo le untó
las ventanas de las narices; y cuando a ellas le llegó, le parecía que
se estremecía, y ella quedó mortal, pareciéndole que la había cogido en el
hurto. En efeto, como mejor pudo, le acabó de untar todos los lugares que
le dijeron ser necesarios, que fue lo mismo que haberle embalsamado para la
sepultura. Poco espacio tardó el
alopiado ungüento en dar manifiestas señales de su virtud, porque
luego comenzó a dar el viejo tan grandes ronquidos, que se pudieran oír en la
calle: música, a los oídos de su esposa, más acordada que la del maeso de su
negro. Y, aún mal segura de lo que veía, se llegó a él y le estremeció un poco,
y luego más, y luego otro poquito más, por ver si despertaba; y a tanto se
atrevió, que le volvió de una parte a otra sin que despertase. Como vio esto,
se fue a la gatera de la puerta y, con voz no tan baja como la primera, llamó a
la dueña, que allí la estaba esperando, y le dijo:
-Dame albricias, hermana, que Carrizales
duerme más que un muerto.
3
El
DRAE dice que alopiado es un adjetivo en desuso. En la actualidad se emplea “opiado”:
de
opio. Narcotizado. Cubierto de opio.
ALOPIADO.
DA. adj. Opiado. '11 -Poco espacio tardó el alopiado ungüento en dar manifiestas
señales de su virtud.» Cervantes, Nov., ed. Rtv.. t. 1,p. 164, col. 2. Diccionario
histórico de la lengua española (1933-1936)
4
La morfina viene del opio. De la morfina se obtiene la heroína. La codeína (usada
contra la tos) se transforma en el organismo en morfina.
5
Fuente:
Cervantes, M.
Novelas ejemplares. Moscú: Editorial Progreso; 1976.
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