VERSOTERAPIA

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2007

LITERATURA Y MEDICINA

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LIBRO DEL DR. EDGARDO MALASPINA : LITERATURA Y MEDICINA

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sábado, 18 de junio de 2022

EN LA CASA DE SHILIEMANN EN ATENAS .

 




Edgardo Rafael Malaspina Guerra

1

Al llegar a Atenas buscamos la casa de Schliemann donde funciona el Museo de Numismática. Caminamos por el centro de la ciudad una tarde calurosa de septiembre. Casi todos los locales comerciales estaban cerrados por la crisis económica del país. Algún mendigo se aparecía de cuando en vez. Uno lo hizo en dos ocasiones en calles distintas con su mano extendida y rostro fantasmagóricamente lastimero.

En nuestro paseo habíamos dejado atrás la Biblioteca, la Universidad y la Academia custodiado por Sócrates y Platón. Uno observa sus estatuas e inmediatamente piensa en los Diálogos.

2

Un café al aire libre es la entrada de la mansión del descubridor de Troya y de Micenas, cuya biografía refleja la importancia de los cuentos en la infancia. Los relatos que le hizo su padre sobre la Ilíada lo hicieron soñar y trazar planes. Su vida es un tratado abierto de autoestima , el cual resumen sus palabras: “La dificultades que encuentro a mi paso, lejos de hacerme renunciar, me dan ánimos para perseverar en la meta que me he marcado, no escatimaré ni tiempo ni esfuerzo, ni dinero para hacerla realidad”.

3

En realidad, nada lo detuvo cuando se propuso demostrar que las narraciones de la Ilíada tenían sus fundamentos históricos. Esa meta final requería alcanzar metas intermedias para obtener dinero y conocimiento.  En su juventud emprendió un viaje a Venezuela en busca de trabajo y la embarcación naufragó en las costas de Holanda, fingió estar enfermo para buscar ayuda y seguir adelante. En las excavaciones que llevaron a descubrir Troya, sus hombres fueron diezmados por la malaria. Los gobiernos de los territorios donde operaba le pusieron trabas. Pero sus principales enemigos fueron los críticos de sus métodos de investigación, situación que plantea un dilema hasta la actualidad: ¿Cómo se llega a verdad?

Schliemann demostró que cada quien tienen su manera de hacer ciencia, ya que al fin y al cabo todos los caminos llevan a Troya.

4

La gente conversa en voz baja al filo de las penumbras. Algunos fuman. Un hombre gordo y de bigotes hace anotaciones en su agenda, en cuya portada dorada hay un rostro que puedo asegurar es el de un filósofo, pero no preciso exactamente quién es. Oigo que mencionan el nombre de Virchow.

Nos sentamos y se acercan unos argentinos. Mientras Natalia toma su café y fuma, aprovechando que Atenas es también territorio libre del humo del cigarrillo, liberación que nadie toma en serio; me inserto en la conversación sobre Rudolf Virchow, llamado por algunos el Hipócrates del siglo XX. La argentina es médico; mientras que el hombre, un gordo que casi no se le entiende cuando habla y viste camisas playeras, es un comerciante trotamundos.

 Hago un comentario sobre Virchow, quien aconsejó la intervención quirúrgica a Schliemann para tratar su enfermedad del oído, la cual finalmente causó su muerte; recuerdo también que fue el único alemán que creyó en sus investigaciones, porque Virchow , el primero en hablar de la teoría celular, las trombosis y las leucemias, también se dedicaba a la arqueología.

5

Nos marchamos al Titania, nuestro hotel. Algunas ciudades tienen un color predominante.  Atenas es blanca, de mármoles blancos.

Subimos al Jardín de los Olivos, la terraza del Titania.  La oscuridad es tanta que el mesonero muestra el menú con linterna y lupa.

Bebemos vino tinto a la luz de las velas. La gente conversa en voz baja y escucha el Adagio in sol minor de Albinoni. A lo lejos, la Acrópolis iluminada, brillante, bajo una luna grande. Pienso que por allí anduvo Sócrates exponiendo su filosofía, en el ágora, cerca de la stoa de Zeus Eleuterio.

6

Antes de dormir leo unos versos de Arquíloco, escritos hace más de dos mil quinientos años:

Me gano el pan

con la lanza y el vino de Tracia:

cuando bebo,

me apoyo en la lanza.

 

Me echo un trago y me apoyo en mi almohada.

 

(Edgardo R Malaspina G. Medicrónicas, 2015)

 


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