Edgardo Rafael Malaspina Guerra
“Cansado por el viaje, cansado por lo
que vendría, imaginaba que esta hora del
arribo podría trocarse fácilmente en su hora de muerte y casi era un deseo, aun
cuando o porque sentía claramente que no había llegado todavía el momento; sí,
casi era un deseo, aun cuando o porque hubiera sido una muerte extrañamente
caótica, extrañamente ruidosa, y no le parecía inaceptable sino casi
apetecible, pues, obligado a mirar al infierno de fuego, obligado a escucharlo,
su corazón se veía obligado también a conocer el fuego lento infernal de lo infrahumano”.
I
En La muerte de Virgilio del escritor
austriaco Hermann Broch se describen los últimos
momentos del poeta romano. De una manera muy poética, Broch nos habla de las
angustias de Virgilio por no haber concluido la Eneida , aunque acepta con
resignación “que así lo han dispuestos los dioses”.
II
Los cuatro elementos de los filósofos
de la Antigüedad son tomados por Broch para identificar los capítulos: Agua o
La llegada", "Fuego o El descenso", "Tierra o La
espera", "Éter o El regreso".
III
Luego de su viaje por Grecia,
Virgilio enferma. Hay recuerdos, delirios, sueños. En medio de divagaciones y
turbulencias, de diálogos y monólogos rumiantes Virgilio quiere destruir su
gran obra: La Eneida. La muerte lo acecha , y ella puede ser el punto de
partida hacia la nada o hacia la eternidad.
IV
-La piedad está por encima de todo.
-El arte es tal si se relaciona con
la ética.
-La estética sin ética es fuente del
mal.
FRASES Y PÁRRAFOS
1
Nada puede el poeta, ningún mal puede
evitar; se le escucha únicamente cuando magnifica el mundo, pero no cuando lo
representa tal como es. ¡Sólo la mentira es gloria, mas no el conocimiento!
2
Toda canción verdadera presiente el
conocimiento, lleva el conocimiento, enseña el conocimiento.
3
¡Todo yacer para el amor es siempre
también un yacer para la muerte!
4
Los erguidos, no saben cómo está entretejida
la muerte en sus ojos y en sus rostros.
5
¡Oh recuerdo indestructible, recuerdo
del ondular del trigo, lleno de campos, lleno del chasquear del bosque rumoroso
con sus frescas paredes, lleno de los bosques de la juventud, ebrios a la
mañana los ojos, ebrio a la tarde el corazón, verdor tembloroso que se abre y
gris trémulo que declina, oh ciencia del arribo y del retorno, esplendor del
recuerdo!
6
Nada puede madurar hasta la realidad,
que no esté arraigado en el recuerdo.
7
El retorno debe cerrar el círculo del
destino.
8
Un nacer exige un renacer para ser
válido, ambos, el nacer y el renacer,
nunca pueden ocurrir, si no ocurre con ambos la nada, si no estuviera eterna e
inmutable la nada tras ellos como última generación.
9
Nada terrenal es verdaderamente capaz
de abandonar el sueño y sólo quien nunca olvida la noche que en él habita,
puede cerrar el círculo, puede volver de la intemporalidad del comienzo a la
del fin, puede comenzar siempre de nuevo el ciclo.
10
Oh noche, la hora de la poesía. Pues
poesía es espera que mira en la media luz, poesía es abismo en presentimiento
del crepúsculo, en espera en el umbral, es comunidad y soledad al mismo tiempo.
11
El amor es ya caer bajo el espejo de
la noche, es caer en el humus nocturno, donde el ensueño se torna eternidad,
superando el umbral de sí mismo.
12
Lo que siempre ocurre en la noche, es
oscuro reflejo partícipe de su oscuridad aún mayor, es trasunto de sus
relámpagos de oscura sacudida, es caída en el abismo de las tempestades,
arrancada la cubierta del ensueño, y aunque llamemos a gritos a la madre para
que nos proteja de la tempestad nocturna, ella está tan lejos y tan perdida en
el recuerdo que sólo aquí y allá nos llega un golpe de lluvia de la niñez, ya
sin consuelo ni protección, a lo sumo el hálito sin familiaridad de la patria
desaparecida hace mucho tiempo, el hálito de calma que precede a la tempestad.
-Sí lamentas a la madre perdida, la
niñez perdida, volverás a hallarla cerca de mí, porque te tomo en mi brazo y
bajo mi protección.
13
Sólo en el crepúsculo y en la despedida
conocemos el sueño. Conocemos
que a nuestra partida no le seguirá jamás un retorno.
14
Nuestra realidad más real, la última
accesible, ¡se limita a ser mera imagen del recuerdo.
15
Erguido es el hombre, él sólo, pero
se tumba a descansar para el sueño, el amor, la muerte...
16
La poesía, la más extraña de todas
las actividades humanas, la única que sirve para el conocimiento de la muerte.
17
Sólo quien asume la muerte, puede
cerrar el círculo en lo terreno.
18
Privilegio de los dioses y de los hombres
es la risa.
19
El poeta no pertenece a los que
velan.
20
Los dioses no querían que terminara
los versos, no querían que eliminara de los versos lo discordante, pues toda
obra humana tiene que surgir de la oscuridad y de la ceguera, es decir, seguir discordante;
tal es el designio de los dioses.
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